Presidenta
Sheinbaum
Señora presidenta: es
usted la primera mujer que ocupará la titularidad del Poder Ejecutivo desde la
conformación de la República en el siglo XIX. Nunca existió una Huey Tlatoani ni
sobresalieron mujeres cacicas, ni caudillas ni jefas máximas. Si México cuenta
con casi 130 millones de habitantes, y más de la mitad son mujeres, entonces
por lo menos, 70 millones de ellas están cifrando sus mejores esperanzas en
usted, puesto que los hombres mexicanos ya se cansaron de hacer el ridículo en
política.
Usted, presidenta, podría
llegar a ser la mujer del siglo XXI, la gran maestra, la educadora, la
reconciliadora, la generadora de un auténtico bienestar, la gran lideresa que
erradique el hambre, la inseguridad, la insalubridad, la desesperación social,
la genial creadora de empleos productivos acompañados de derechos laborales.
Usted puede ser la mujer imaginativa y audaz que disminuya la desigualdad
social, que impulse las ciencias, que rescate de la informalidad laboral a
millones de compatriotas, la defensora de la libertad de expresión y de otros
tantos derechos humanos; la luchadora de las más caras causas republicanas, en
fin, la poderosa impulsora de la marca México en el concierto de las naciones.
No hay espacio para la decepción: usted cuenta con los apoyos para sentar un eficiente
precedente femenino para las mujeres por venir. Como lideresa estudiantil en la
UNAM siempre luchó por la democracia, ahí están sus antecedentes liberales.
Deng Xiaoping, el
arquitecto de la China moderna (usted bien podría ser la arquitecta del México
moderno), se apartó del dogmatismo y abrió las puertas de China al mundo. Hoy en
día, al ser uno de los motores del capitalismo mundial, pudo rescatar en tan
solo 20 años a 400 millones de chinos del hambre y de la marginación. Si Deng
encabezó el rescate más impresionante de la pobreza masiva en la historia de la
humanidad, usted puede rescatar, en su sexenio, a tan sólo 60 millones de
mexicanos de la pavorosa indigencia. ¿Por qué no…?
Además de China, que en un
par de años contará con 38,000 km de líneas férreas de alta velocidad y con 20 nuevos
aeropuertos, está Singapur, Corea del Sur e Israel, el país más innovador del
mundo, el Silicon Valley de Oriente, uno de los países más ricos del mundo, al
gozar de un ingreso per cápita de 52,000 dólares, ligeramente superior a
Alemania con 51,000 y Reino Unido con 46,000…
México, bajo su dirección,
bien podría duplicar su IPC para llegar al 2030 con 20,000 dólares sin mayores
esfuerzos. ¡Israel destina el 5% del PIB a investigación y desarrollo, es el tercer
país con más empresas registradas en Wall Street! ¿Qué tal si con recursos
públicos usted creara un fondo de capital de riesgo en busca de un liderazgo
tecnológico e industrial de dimensiones mundiales?
Existen varios detonadores
para hacer de México una potencia planetaria: 1: instrumentar un Estado de
derecho en donde se respeten, sin excepciones, las reglas del juego. 2: trabar
alianzas con los empresarios para crear empleos productivos con metas y
objetivos calendarizados. 3: impulsar fiscalmente a la sociedad para fundar
universidades como Berkeley, Stanford, Harvard u
Oxford, entre otras más, para formar a los estudiantes que demandan los
mercados. 4: adaptar nuestras escuelas públicas y privadas a los modelos
educativos de Finlandia, Japón o Corea del Sur. 5: Explotar, junto con la
inversión extranjera, nuestros recursos naturales por medio del fracking,
para ser reconocidos como el Mexican Saudi. 6: al ser licenciada en física,
maestra en ingeniería energética y doctora en Berkeley, bien podría
instrumentar una revolución energética con arreglo al viento y al sol para
limpiar el ambiente, desplomar el costo de las energías y facilitar el acceso
de las nearshorings con sus miles de millones de dólares. 7: ampliar las posibilidades del T-MEC, el llamado a ser el mercado
más grande del mundo, del que depende el 55% de nuestra economía. 8. La ley sí
es la ley…
El 1 de octubre usted
tomará posesión del cargo más importante de la nación. Mujeres y hombres de
todos los niveles socioeconómicos, casi todos, confiamos en que, a partir del
esperado arribo de una mujer a la presidencia de la República, muy a pesar de
la siniestra actualidad que sufrimos, empezaremos a construir finalmente el
país con el que todos soñamos… Usted no pude entregar malas cuentas…