La Hipocresía y los Aranceles
Trump
amenazó ayer a México con imponer un arancel de 30% a partir del 1 de agosto a
los productos que exportamos a EU si Sheinbaum no detiene el flujo de fentanilo
ni detiene a los cárteles que “intentan convertir a Norteamérica en un patio de
juegos para el narcotráfico”.
Sheinbaum
informó la instalación de una mesa de trabajo entre ambos gobiernos para evitar
la aplicación de estos impuestos por lo que es importante mantener “cabeza fría…”
¿Para qué,
me pregunto, instalar “una mesa de trabajo” o “tener la cabeza fría”, cuando la
4T se ha caracterizado por ser una fábrica de pobres y le conviene, de acuerdo
a su proyecto político y económico, la imposición de los aranceles anunciados
por Trump, ya que expandirían la miseria a su máxima expresión? Morena debería
aplaudir el disparo de dichos gravámenes, pues frenarían aún más el crecimiento
económico que en el sexenio de AMLO fue de 0.9%, el registro del PIB más bajo
en 4 décadas, una pérdida estimada de 2.3 billones de pesos en el PIB
potencial. Al desplomarse las exportaciones a EU equivalentes al 40% del PIB, se
darían ceses masivos de trabajadores en las empresas; se continuarían perdiendo
valiosas oportunidades de toda naturaleza, se incrementaría la desconfianza
entre los inversionistas nacionales y extranjeros, se cancelarían más proyectos
estratégicos, aumentaría la deuda pública y el déficit fiscal. ¿Más? Aquí voy:
No se
contendría el deterioro ni en el sector salud ni en el educativo, el gasto
público sería aún más ineficiente, se depreciaría el peso con sus consecuencias
inflacionarias, en tanto el Banco de México ya no podría recortar las tasas de
interés para estabilizar nuestra moneda, lo cual elevaría los costos de
endeudamiento y frenaría el crédito interno… En resumen, lo que más le conviene
a Morena, más no a nuestro país como siempre ha ocurrido, es que Trump, aliado
de la 4T, suba al 40% o más, sus aranceles, de modo que se multiplique en
México el número de marginados que dependan del presupuesto público y reciban 1
billón de pesos de programas asistenciales, siempre y cuando voten, en su
ignorancia, por la destrucción de México, en términos de la consolidación de
una nueva dictadura como la que ya preside Sheinbaum, al concentrar en su
persona a los 3 poderes de la unión, sin olvidar que AMLO decide, tras
bambalinas, como, cuando y donde se ejercen dichos poderes…
¿De cuándo a
acá a AMLO o a Sheinbaum les ha preocupado la suerte de las empresas privadas,
salvo las públicas, quebradas de punta a punta, o las faraónicas, por donde se
desperdicia buena parte del ahorro de los mexicanos? Los empresarios mexicanos
han sido, con sus debidas excepciones, enemigos de la 4T, ya que generan
independencia y riqueza, objetivos reñidos con los morenistas empeñados en
crear un país de parásitos.
El nacionalismo
estatista fue y sigue siendo suicida como en los años setenta, lo cual implicó
tirar al bote de la basura la experiencia política y económica de medio siglo.
Durante la pandemia 1,500,000 empresas quebraron sin el apoyo del gobierno,
habiéndose perdido 12 millones de empleos entre formales e informales, cuando
en otros países sus respectivos gobiernos, decretaron políticas de auxilio
financiero para impedir la clausura de las fuentes de trabajo. La 4T jamás
instrumentó estímulos directos para evitar la debacle y propiciar una
recuperación económica lo más rápido posible.
El nearshoring,
o relocalización de empresas estadounidenses, también fue una gran oportunidad
desperdiciada a pesar de que México cuenta con una fuerza laboral joven y
capacitada, especialmente en áreas como ingeniería y manufactura. No se
aplicaron eficientes estímulos fiscales, ni se invirtió certeramente en obras
de infraestructura ni en el abasto de agua ni de energía eléctrica, muy a pesar
de nuestra envidiable ubicación al lado de las grandes potencias económicas del
mundo.
¿Desde
cuándo AMLO y Sheinbaum tenían que haber instalado mesas de trabajo con la “cabeza
fría” entre ambos gobiernos, no solo para para evitar la aplicación de
aranceles, sino para ver “en todo momento por el bien de la nación”, de acuerdo
a su protesta constitucional?
Si fueran
honestos consigo mismos, tendrían que abandonar su posición hipócrita y
desafiar a Trump, a modo de represalia, imponiendo enormes aranceles a las
importaciones de EU, para escalar una tremenda guerra arancelaria y disparar
así, el número de pobres en México, útiles para eternizarse en el poder. Esta
posición audaz y valiente al enfrentarse al Tío Sam, les reportaría ante el
pueblo bueno, espléndidos beneficios políticos en materia de popularidad. ¿Va…?