Dos cada uno
29 Dic. 2020
Los malos gobernantes
son elegidos por los buenos
ciudadanos que no votan.
George Jean Nathan
En las elecciones del 2018 López Obrador obtuvo 30 millones de votos, sin embargo, más de 40 millones de mexicanos resolvieron abstenerse de concurrir a las urnas para dejar en manos de terceros el destino de México, si bien 20 millones de compatriotas votaron en contra de la tesis "Juntos haremos historia". Bien sabían que se escribirían unas de las páginas más negras de la historia nacional. En el 2006 AMLO perdió afortunadamente las elecciones gracias a una eficiente campaña: "López Obrador es un peligro para México". Falso todo aquello de "Por el bien de todos, primero los pobres". Hoy contamos con 10 millones más de pobres que hace 2 años. Falso aquello de "No apostamos a construir una dictadura ni abierta ni encubierta". AMLO ha destruido buena parte de los organismos autónomos garantes de nuestra embrionaria democracia e intenta, con buen éxito, dominar a los 3 poderes de la unión y con ello construir una dictadura comunista. Ahí están los datos duros irrefutables.
¿Acaso no se apropió del presupuesto federal y lo administra a su antojo comprando voluntades electorales a lo largo y ancho del país? ¿Cuál obra pública, salvo los proyectos suicidas ya en marcha? ¿Cuál presupuesto para los hospitales públicos cuando la peste incontenible avanza como aconteció hace 100 años? ¿Otra farsa? Recordemos cuando llamó a los mexicanos a la reconciliación con su lema: "la patria es primero" y empezó por arrancarle las costras a la nación dividiéndonos entre "pueblo bueno" y "pirrurris" y "fifís" y convocando a la lucha de clases en enfrentamientos estériles que ocasionarán desencuentros sociales, en lugar de invitar a la generación de riqueza para repartirla mediante la creación de empleos.
Con arreglo al argumento de la preservación del interés general sobre el personal, ¿se va a destruir la economía y la República, tal y como está aconteciendo? El único beneficiario de semejante enunciado populista es el propio AMLO, porque al desaparecer las instituciones, él se erigirá como el salvador de la patria y en su carácter de supremo intérprete de la voluntad nacional ganará la renovación del mandato, para instalar una nueva dictadura en México, de acuerdo a los principios del Foro de Sao Paulo.
Hoy en día, los mexicanos nos enfrentamos a unas elecciones trascendentes como las celebradas en junio de 1910 entre Porfirio Díaz y Francisco Madero: el tirano ganó supuestamente "nada más" con el 98.96% de los votos. El fraude electoral provocó el estallido de la primera parte de la revolución. En junio, pero del 2021, nos jugaremos otra vez nuestro futuro. Los estadounidenses ya recuperaron su país mediante una abundante votación en las urnas. Largaron a Trump, un peleador callejero. A los mexicanos nos corresponde hacer lo mismo el 6 de junio del 2021 y arrebatarle a Morena el control de la Cámara de Diputados: estamos obligados recuperar a México antes de que la 4T acabe por convertirlo en astillas. ¿Cómo?
Existe a la vista una creciente oposición en casi todos los niveles de la sociedad. AMLO gozará de una popularidad del 60%, pero no le sirvió absolutamente de nada en las elecciones celebradas en Coahuila e Hidalgo. Morena se desplomó en el vacío. Gran señal.
Yo propongo una tarea patriótica de cara a las elecciones intermedias del próximo 6 de junio: quienes votaron en contra de AMLO, o sea 20 millones, más los decepcionados de la 4T, deben convencer con datos duros, durísimos, a dos personas que se hubieran abstenido de votar en el 2018 o lo hubieran hecho a favor de Morena. Si recuperamos la Cámara de Diputados, insisto, salvaremos a México. Somos una clara mayoría. De ahí el llamado a la movilización social.
Hoy no existe duda de que AMLO es "un peligro para México". Quien no lo acepte, no está informado. Escojamos cada uno a dos compatriotas. Yo ya tengo 2 candidatos furiosos Amlovers. Haz tu tarea, haz patria y escoge a los tuyos. Contamos con solo 6 meses para rescatar a México de una debacle de proporciones inimaginables. Escojamos a dos abstencionistas o Amlovers cada uno: es fácil...
@fmartinmoreno