Cuentos Políticos: Estanflación e implosión

Jan 07, 2022 at 12:45 pm

La implosión implica la suma de 2 términos del latín ciertamente diferenciados: el prefijo “in”, que significa “hacia dentro” y la raíz “plod”, proveniente del verbo “plaudere” que puede traducirse como “hacer estallar”, o sea, una explosión interna. “El concepto de implosión procede de explosión, aunque con la sustitución del prefijo. Una explosión es el proceso que se desarrolla cuando, por un aumento rápido de presión, se libera energía de manera violenta, desprendiendo gases, luces y calor, haciendo ruido y rompiendo el objeto donde estaba contenida. En el caso de la implosión, se produce cuando en un cuerpo se registra una presión inferior a la exterior, lo que provoca que sus paredes se rompan hacia dentro”. Por eso, en el lenguaje coloquial, suele decirse que una implosión es una especie de explosión hacia dentro.

Baudrillard llama implosión a la destrucción interior que se produce cuando el mundo se vacía de significado…

En otro orden de ideas, la estanflación es un concepto económico que implica la aceleración de la inflación coexistiendo con tasas de desempleo elevadas. Se trata de la fusión de los vocablos estancamiento e inflación, lo peor de ambos mundos: inflación por un lado y estancamiento por el otro.

Según aducen los expertos en la materia, el fenómeno económico de la recesión se presenta cuando el Producto Interno Bruto (PIB) decrece durante dos trimestres consecutivos. (En México la recesión ya lleva por lo menos ocho trimestres.) La estanflación es un fenómeno que combina un rápido aumento de los precios con un muy pobre desempeño de la economía, uno de los peores escenarios económicos posibles por la dificultad de su manejo y corrección.

Si la inflación aumenta en momentos en que la economía está golpeada en un entorno de alto desempleo, complicará el proceso de la recuperación y constituirá un golpe directo en el poder adquisitivo, sobre todo de las personas de escasos recursos, por lo que las oportunidades económicas serían muy escasas, más aún con un aumento sostenido de los precios, lo que significaría una amenaza para la paz social.

Resulta imposible no suponer la implosión dentro de un contexto político, en concreto, un estallido interno dentro de Morena, el movimiento de transformación involutiva más notable y temerario del México de nuestros días. El “destape” prematuro de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México como precandidata a la Presidencia de la República, constituyó una invitación de sus opositores a destruirla en el corazón mismo de la arena política de acuerdo a las estrategias políticas encubiertas de la política mexicana. Claudia Sheinbaum devolverá el “fuego amigo” con la misma elegancia y sutileza de sus adversarios. ¿Resultado? Se ocasionarán graves daños, tal vez irreparables, en el seno del movimiento que no ha llegado a ser partido. Por si lo anterior fuera insuficiente, en las filas de Morena cunde un profundo malestar en razón de los métodos autócratas de designación de candidatos a gobernador, en donde nadie debate, sino que aquellos son designados por una persona de voz irrefutable. La implosión en el corto plazo parece inevitable.

En lo que se refiere a la estanflación, la irresponsable parálisis económica sumada a altas tasas de inflación, un par de fenómenos silenciosos devastadores en el orden electoral, provocará una inconformidad social orientada al fortalecimiento de nuestra democracia, porque si bien Morena en 2018 obtuvo 30 millones de votos, en 2021, tres años después, perdió 13 millones (sin contar a sus partidos mercenarios), según los catastróficos resultados de su gestión.

Lo anterior implica que si en 2024 se da una implosión política en el seno de Morena y, por el otro lado, el gobierno resulta incapaz de rescatar al país de las aguas pantanosas de una estanflación, la nación tendrá, como siempre, la última palabra en las urnas, ante un movimiento desintegrado y corrupto, carente de líderes que ha empobrecido como ninguno otro a los mexicanos en un plazo tan atrozmente corto. La realidad habrá de imponerse en contra de la más indigerible verborrea…