Ruta de colisión

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Ruta de colisión

Francisco Martín Moreno EN REFORMA

4 MIN 00 SEG

31 octubre 2023

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México va sin control en una ruta de colisión trazada en 2018 desde que Videgaray y Peña Nieto le pavimentaron a AMLO el camino a la Presidencia en el contexto de un chantaje bien urdido, sobre la base de que éste no intentara alguna acción política ni mucho menos legal en contra de ellos, so pena de que éstos divulgarían secretos desastrosos de consecuencias inconvenientes para el tabasqueño.
La ruta de colisión continuó cuando AMLO, sin haber tomado posesión del cargo, le asestó una puñalada por la espalda a la nación al cancelar el NAICDMX, tirar a la basura 400 mil millones de pesos y destruir un espléndido hub que, según la IATA, le hubiera reportado a México ganancias inimaginables.
El empeño en destruir lo logrado por varias generaciones de compatriotas quedó expuesto cuando AMLO, el mismo día de su toma de posesión, anunció la creación de un nuevo "sistema político", como si escuchara los rabiosos gritos de Moctezuma Xocoyotzin protestando airadamente por la conquista de México. ¡Con cuánto placer el tlatoani le hubiera sacado el corazón a Cortés recostado en la piedra de los sacrificios en presencia de AMLO como gran sacerdote...!
La ruta de colisión continuó con el monstruoso desperdicio de cientos de miles de millones de pesos invertidos en obras suicidas sin olvidar el despilfarro del presupuesto federal utilizado en la compra ilegal e inmoral de voluntades electorales ignorando el desarrollo del país, la salud, la educación y la infraestructura.
La ruta de colisión dio una muestra de sus alcances ante el terrible arribo de Otis. La realidad nos atacó indefensos, ya que AMLO había despedido a los funcionarios de carrera, había saqueado el Fonden, el Ejército no había pagado la renta de los teléfonos satelitales, de nada sirvieron las voces internacionales de alarma, se subestimó el poder del meteoro, no se alertó a la población, en tanto la cleptocracia de la 4T, inútil e incompetente, fue sorprendida por Otis que dejó sin empleo ni ingresos ni alimentos ni agua ni comunicaciones ni esperanza, a cientos de miles de acapulqueños sin la protección de una autoridad. La desesperación cundió con escasas ayudas en la tierra de nadie a la voz impune de sálvese quien pueda, en una tierra dominada y controlada por el narco, el gran beneficiario de los abrazos del Presidente, el feroz enemigo de la sociedad civil, de los pirrrurris, de los fifís, interesados en ayudar a mitigar el sufrimiento de los marginados. La urgencia puso una vez más a prueba la solidaridad entre los mexicanos ante un gobierno cruel e insensible, apartado de una nación aspiracionista y amante de la paz. ¿La 4T ya percibió la crisis hídrica que detonará en el estiaje el año próximo o la monetaria o la del panel de transgénicos?
AMLO se dice el segundo Presidente más popular del mundo, sin embargo, salvo los países presididos por tiranos y algunos otros más, ¿cuántos le manifestaron a México las condolencias por la terrible catástrofe de Acapulco? AMLO no reconforta a familiares de las víctimas de tragedias, "porque eso de tomarse fotos tiene que ver con el conservadurismo, no es mi estilo, eso también ¡al carajo! porque no me gusta la hipocresía".
El diseño de una estrategia de rescate de Acapulco en un cuarto de guerra quedó evidenciado cuando se atascó el jeep del C. jefe del Ejecutivo camino al puerto devastado, a pesar de que las Fuerzas Armadas cuentan con una flota de 145 helicópteros. En lugar de pedir ayuda a todos los mexicanos y al mundo entero, AMLO prohibió en un principio el libre tránsito en contra de lo establecido por la Constitución, ordenó la confiscación de víveres enviados por la sociedad para entregarlos en cajas etiquetadas del gobierno de México, es decir, proselitismo electoral en medio de la peor tragedia humana de los últimos tiempos. Una canallada. ¿AMLO le va a quitar recursos al Tren Maya, innecesarios por el momento, para rehabilitar Acapulco o impondrá sus despiadados caprichos?
Vamos a tardar mucho tiempo en reconstruir Acapulco, sí, pero mucho más tiempo vamos a requerir en desterrar el odio que AMLO ha sembrado entre los mexicanos. Las fotos del puerto son un anticipo de lo que nos espera si no damos un golpe de timón para desviarnos de la ruta de colisión a la que nos aproximamos a gran velocidad, si el año próximo no ganamos la mayoría calificada en el Congreso de la Unión.

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