Xóchitl y la clase media
Francisco Martín Moreno EN REFORMA
4 MIN 00 SEG
12 diciembre 2023
A Xóchitl le asiste la razón cuando sostiene que desea ser la candidata de quienes se proponen dejar de ser pobres, por lo que buscará fortalecer a las clases medias "abandonadas a su suerte, con una economía que funciona a medias, con empleos que pagan a medias, con salud a medias y seguridad a medias". Ella pretende construir un México, en donde "cada persona pueda cumplir sus aspiraciones y a la gente que trabaja, estudia y emprende, le vaya mejor".
¡Claro que primero los pobres, pero no para hundirlos más en la pobreza, como ha ocurrido en esta 4T retardataria y reaccionaria que ha multiplicado el número de pobres, en lugar de rescatarlos de su terrible condición material!
Un dato vital de cara a las elecciones del 2024 lo aporta el INEGI cuando publica que la clase media vive en el 42% de los hogares. En las ciudades del país dicho porcentaje alcanza más del 50%, cuando en las zonas rurales se reduce al 28 y 24%. Lo anterior explica las razones por las que Morena y sus secuaces perdieron 9 de 16 alcaldías en la Ciudad de México, sin perder de vista que estuvieron a punto de perder 11 de ellas.
Imposible olvidar que de 21.9 millones de personas, cuyo salario mensual promedio es de 16 mil pesos y que trabajan en la economía formal, una buena parte de ellas votó por López Obrador en el 2018, sí, pero resulta obligatorio reconocer el desencanto y la frustración que padecieron cuando la 4T desapareció el Seguro Popular, quebró el Insabi, arruinó los sistemas de salud pública, canceló las estancias infantiles, expandió brutalmente la inseguridad, detonó la espiral inflacionaria, originó el desabasto de medicamentos, consintió el cobro de piso de los narcos, enlutó a más de 800 mil familias por la pandemia, además de los 180 mil homicidios dolosos y los casi 50 mil desaparecidos durante este siniestro gobierno que pasará a la historia como el más cruel del que se tenga memoria. Es evidente entonces que la 4T habrá de perder, en razón de estos fúnebres resultados, a una buena parte del electorado al que soborna, amenaza y coacciona con los programas asistenciales.
Si Xóchitl logra conquistar, como se lo ha propuesto, a las clases medias urbanas, podría alterar el resultado de las encuestas encabezadas por la señora Sheinbaum que invita, en términos suicidas, a la continuidad en dirección al abismo del que saldrán las futuras generaciones después de muchos años de sufrimientos, como ya sucede en Venezuela y en Cuba.
La clave para ganar en el 2024 es la clase media, la misma que ha protestado en plazas y calles en contra del desmantelamiento de las instituciones republicanas, aun cuando en sus filas militan millones de indecisos que se niegan a ver la terrible realidad o la desconocen en su indolencia. Los jóvenes de la clase media tienen la palabra. Deben informarse a tiempo para evitar arrepentimientos, como acontece con la juventud inglesa después del Brexit.
Me enorgullece que AMLO sostenga que soy el autor favorito de la clase media, la que crea empleos y bienestar, la aspiracionista, la que construye el México moderno, la rebelde, la inconforme, la que se prepara y estudia, la que paga impuestos, la que capta divisas, la que nutre de recursos el presupuesto público que AMLO desperdicia en obras aberrantes, cuyo financiamiento se "reserva", y oculta ilegalmente.
Por supuesto que los mexicanos somos aspiracionistas, amantes de la evolución y del progreso, por lo que es un crimen social invitar a la nación a la resignación material y a la pobreza franciscana. Los liberales no podemos permitir que quien nace pobre padezca esa misma condición el resto de su vida ni que se siga comprimiendo el tamaño de la clase media sin tener acceso a la salud ni a la educación superior ni a una vivienda digna. Una clase media poderosa habla de un país que ha logrado elevar a la ciudadanía al mínimo nivel exigido por la más elemental dignidad humana.
Si el promedio nacional de ingresos de la clase media a escala fue de 22,297 pesos mensuales, debemos multiplicarlos por 5 o por 10 en el corto plazo, como lo lograron los chinos y los coreanos y los israelitas, entre otros tantos más.
La desigualdad es una bomba de tiempo en nuestro país. La continuidad propuesta por la 4T aumentará el número de pobres y destruirá a la clase media de la que depende la nación. Xóchitl tiene la razón.
www.franciscomartinmoreno.com
La clave para ganar en el 2024 es la clase media, la misma que ha protestado en plazas y calles en contra del desmantelamiento de las instituciones republicanas, aun cuando en sus filas militan millones de indecisos que se niegan a ver la terrible realidad o la desconocen en su indolencia. Los jóvenes de la clase media tienen la palabra. Deben informarse a tiempo para evitar arrepentimientos, como acontece con la juventud inglesa después del Brexit.
Me enorgullece que AMLO sostenga que soy el autor favorito de la clase media, la que crea empleos y bienestar, la aspiracionista, la que construye el México moderno, la rebelde, la inconforme, la que se prepara y estudia, la que paga impuestos, la que capta divisas, la que nutre de recursos el presupuesto público que AMLO desperdicia en obras aberrantes, cuyo financiamiento se "reserva", y oculta ilegalmente.
Por supuesto que los mexicanos somos aspiracionistas, amantes de la evolución y del progreso, por lo que es un crimen social invitar a la nación a la resignación material y a la pobreza franciscana. Los liberales no podemos permitir que quien nace pobre padezca esa misma condición el resto de su vida ni que se siga comprimiendo el tamaño de la clase media sin tener acceso a la salud ni a la educación superior ni a una vivienda digna. Una clase media poderosa habla de un país que ha logrado elevar a la ciudadanía al mínimo nivel exigido por la más elemental dignidad humana.
Si el promedio nacional de ingresos de la clase media a escala fue de 22,297 pesos mensuales, debemos multiplicarlos por 5 o por 10 en el corto plazo, como lo lograron los chinos y los coreanos y los israelitas, entre otros tantos más.
La desigualdad es una bomba de tiempo en nuestro país. La continuidad propuesta por la 4T aumentará el número de pobres y destruirá a la clase media de la que depende la nación. Xóchitl tiene la razón.
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