Como arruinar a México

Como arruinar a México

                                   Como arruinar a México

                              

Primero: destruirás el sistema educativo, una de las fuentes probadas de prosperidad en cualquier país. El proceso de pauperización implica el sometimiento de millones de mexicanos al presupuesto público, sin derechos laborales, como el Seguro Social o el Infonavit, entre otros más. Lo anterior, para lograr la inmovilización y la resignación social. Fomentar la ignorancia constituye un objetivo prioritario para alcanzar el máximo nivel de estupidización del pueblo y facilitar así, de esa suerte, el máximo control de la nación.

Segundo: desaparecerás el Estado de Derecho que garantizará la impunidad total en cualquier acción del gobierno. El partido designará en forma encubierta a los jueces, magistrados y ministros para que la impartición de la justicia coincida con los intereses superiores del Estado. Ningún tribunal tendrá libertad de gestión, sin embargo, se seguirá vendiendo el concepto de la división de poderes como clave de la democracia.

Tercero: crearás incertidumbre jurídica para impedir el arribo de la inversión nacional y extranjera. Los capitalistas son creadores de riqueza y, por ende, enemigos del empobrecimiento social. Cualquier gobierno de vanguardia debe limitarlos en aras de alcanzar la igualdad social. Las mayorías deben depender de los programas asistenciales a cargo del gobierno para garantizar el éxito del partido en las urnas y mantener, así, el control político del país. Los empresarios son enemigos públicos porque atentan contra la dependencia de los trabajadores del partido.

Cuarto: Violarás con cualquier pretexto los tratados comerciales internaciones, sobre todo el T-MEC, cuyas transacciones superan los mil millones de dólares al día. Dichos acuerdos están abiertamente reñidos con los objetivos de pauperización del partido. Estimularás la fuga de capitales ante la falta de seguridad y verás con buenos ojos la expansión de la informalidad en el país.

Quinto: Te pronunciarás públicamente en contra de la corrupción, pero en lo interno, la consentirás sin dejar de investigar los desfalcos, que utilizarás para chantajear y dominar a los burócratas de cualquier nivel, amenazados de exponer su podredumbre ante la opinión pública, sin menoscabo de iniciar cualquier acción penal que sea útil para divulgar la pureza de la autoridad.

Sexto: Desviarás la mayor parte posible del ahorro público en obras de infraestructura de gran lucimiento nacional, en lugar de dedicarlo a la expansión económica, a la salud y a la educación. Al desperdiciar los recursos del erario, estarás contribuyendo al empobrecimiento de la nación. Ocultarás el destino final de los recursos públicos que deberán dirigirse, de ser factible, al fortalecimiento del partido.

Séptimo: endeudarás, como nunca antes al país, sin dar cuenta y razón del destino de los recursos. La insolvencia de México, también propiciada por el nulo crecimiento económico, constituirá un objetivo inaplazable para arruinar al país en el corto plazo. Las empresas públicas deben quebrar para complicar la deuda soberana de México.

Octavo: sobornarás a las fuerzas armadas para evitar tentaciones golpistas y garantizar así su adhesión al gobierno.

Noveno: dilapidarás los recursos públicos hasta caer en un déficit inmanejable al carecer de ingresos que lo respalden. La quiebra de la economía es un requisito impostergable.

Décimo: facilitarás la operación del narcotráfico como fuente de ingresos del partido y como herramienta para impedir el acceso de la oposición al poder en todos los niveles del gobierno. El cobro de piso es imperativo para impedir la proliferación de las empresas.

Décimo primero: Desaparecerás los organismos autónomos garantes de la democracia, la enemiga a vencer. Proseguirán los procesos electorales, sobre la base de que los votantes que no sufraguen a favor del partido, perderán sus beneficios asistenciales.

Décimo segundo: propiciarás una recesión, con altas tasas de inflación sin ejecutar una reforma fiscal y, lograr así, una asfixia financiera, otro vehículo para facilitar la ruina.

Décimo tercero: sobornarás a los medios de difusión masiva para controlar la tal libertad de expresión, focos nocivos de contaminación pública. Quien rechace el cohecho será amenazado con la pérdida de su concesión, que solo se podría litigar de existir un Estado de Derecho, por lo que la última palabra en todo caso la tendrá el gobierno.